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“Si la gente simplemente ama a los demás solo un poco, pueden ser muy felices”.

GerminalTeirlog consultoría e ingeniería de transportes y logística

Los transportistas de mercancías que tributan por el sistema actual de módulos, el cual está siendo sometido a una profunda revisión por parte del Gobierno, disfrutan de unos costes totales finales que se sitúan entre un 5 y un 10% menos que los soportados por los profesionales que permanecen acogidos al método de estimación directa, según ha revelado hoy Alfredo Irisarri, socio director de Teirlog Ingeniería, durante una jornada sobre la fiscalidad en el transporte de mercancías organizada por Aeutransmer en Madrid. El resultado de esta realidad es que “un autónomo puede vender más barato porque tiene menos costes fiscales que los que están en estimación directa”.

Según Irisarri, el sistema actual, que permite acogerse a los módulos si se factura menos de 450.000 euros anuales (cantidad que pasaría a ser de 50.000 euros si prospera el nuevo plan), genera una distorsión en las condiciones de concurrencia al mercado, “máxime en un escenario de costes rígidos”.

A partir de este fenómeno se produce una “grave distorsión de la competencia” entre empresas grandes que apuestan por flota propia con conductores asalariados y empresas grandes que prefieren la colaboración con autónomos acogidos a la estimación objetiva (módulos), siendo los costes superiores para las primeras frente a las segundas. “No tengo ninguna duda”, afirma Irisarri sobre este aspecto.

“Los mayores comercializadores de transporte no tienen en propiedad ni las furgonetas”, ha llegado a decir, para añadir que esta situación seguirá siendo factible “mientras sigan existiendo fórmulas de tributación como las vigentes”, si bien reconoció que no existe ningún impedimento para que todas las empresas del sector opten por colaborar con autónomos en vez de contratar conductores. De hecho, en su opinión se está produciendo una migración de empresas grandes con asalariados que están variando su modelo hacia uno donde los autónomos tienen mayor protagonismo, algo que “la crisis está acentuando, y optar por esto es ir hacia una desestructuración del sector”.

Una vez que el Gobierno ha hecho público su intención de que los transportistas dejen de tributar por módulos, Irisarri se pregunta qué va a ser de estos profesionales “una vez que dejen de ser atractivos para las empresas”, al tiempo que prevé un coste mayor para los autónomos y por lo tanto una pérdida de competitividad para el transporte español de mercancías por carretera. De cara a la aplicación de la medida gubernamental, propone que se lleve a cabo de forma progresiva, modificando los límites para acogerse a los módulos de manera gradual.